La animación en producciones audiovisuales es un proceso técnico que consiste en dotar de sensación de movimiento a dibujos, imágenes u otro tipo de objetos no animados como marionetas, figuras de arcilla, etcétera.
Willis O’Brien y Ray Harryhause fueron de los primeros técnicos en desarrollar la animación en imágenes sin embargo, el mayor impulso a la animación audiovisual vino de la mano de la factoría Disney siendo precisamente los dibujos animados, realizados a mano uno a uno, la técnica más antigua.
Con el paso de los años y los grandes avances tecnológicos, la animación presenta una gran variedad de técnicas que permite obtener vídeos realmente sorprendentes, impactantes e innovadores cuya aplicación no es, ni mucho menos, solamente el cine, si no también, y cada vez con mayor asiduidad, la creación de todo tipo de videos corporativos y promocionales.
Una de las técnicas de animación más utilizadas en la actualidad es el stop motion, también conocida como “animación en volumen” o “animación fotograma por fotograma”. Esta técnica consiste en colocar objetos estáticos frente a la cámara capturando fotogramas; entre una y otra captura, se mueve ligeramente ese objeto. Más tarde, al reproducir de continuo esos fotogramas uno tras otro, se transmite la sensación de movimiento.
En la animación cut-out o “animación en recortes”, se emplean figuras recortadas, en papel o fotografías mientras que la técnica claymation o “plastimación” hace uso de objetos de plastilina, arcilla o cualquier otro material maleable.
La pixelación es otra variante de stop motion en la que se emplean objetos y personas reales.
Pero sin duda alguna la mayor innovación en técnicas de animación llega de la mano de los ordenadores siendo la técnica del motion graphics o “gráficos en movimiento” la más apreciada en la actualidad; esta técnica emplea videos, fotografías, dibujos, tipografías, etcétera que, combinados, generan una sensación tridimensional que en realidad no es tal.