Gracias a los increíbles y acelerados avances tecnológicos y, por supuesto, a la creatividad y talento de sus artífices, la producción audiovisual goza de una buena salud y demuestras unos niveles de calidad y originalidad increíblemente elevados.
En esta ocasión nos centraremos en las principales tendencias que marcan, y marcarán durante los próximos meses, la producción audiovisual.
- Se incrementará la tendencia hacia campañas de marketing integradas en las que el video constituye el principal elemento pero ya no se limita sólo al ámbito de la televisión, si no que su presencia en la red crece a pasos agigantados.
- Cobrarán fuerza las producciones audiovisuales especialmente conceptualizadas para redes sociales, es decir, ya no se trata de videos que, “de paso”, se cuelgan en YouTube, si no vídeos creados en base expresamente para las redes sociales con características muy definidas:
- Vídeos fragmentados en distintas partes y de muy corta duración.
- Vídeos capaces de transmitir el mensaje tanto con sonido como sin él, para aquellos que los visualizan desde sus feeds de Twitter, Instagram o YouTube y no pueden poner el volumen.
- Videos integrados de forma absoluta en la idea de una campaña promocional mayor, y no un mero apéndice de ésta.
- Videos “giffeables”, es decir, producciones audiovisuales de las que se pueden extraer GIFs, vines, imágenes, etcétera e insertarlas en distintas plataformas siendo capaces de transmitir con la misma eficacia la esencia del mensaje.
- Es una técnica al alza. A través de la combinación de diferentes elementos (formas, colores, imágenes, video, audio, tipografías…) se crea una sensación de movimiento en 3D que no es real pero cuyos efectos resultan impactantes.
- Videos mucho más interactivos con llamadas a la acción, promoción de hashtags, etc. Las producciones audiovisuales saldrán a la búsqueda del espectador.