La fotografía de productos es una práctica técnica de seducción que facilita el incremento de ventas dentro de una campaña de comunicación y marketing sólida. Tradicionalmente asentada en publicidad impresa y en catálogos, actualmente tiene también mucha fuerza la proyección online de las empresas, sus productos y servicios.
El consumidor al no tener el producto en directo debe hacerse una idea de sus características a través de una imagen. Por tanto, con la fotografía de producto se trata de transmitir la sensación del tacto, peso, olor, gusto y sonido de aquello que promueve.
Sin embargo, lo más importante no es que el producto quede perfecto sino que se identifique fácilmente con la imagen de marca de la empresa a la que pertenece. Aquí es donde entran en juego los detalles que son resaltados con el fin de demostrar que ese producto es único. En este sentido, para que la fotografía sea un éxito, antes de comenzar la sesión hay que analizar las posibilidades de cada producto en relación a su naturaleza y a los sentimientos que genera su marca. A partir de ese instante se decide que conviene resaltar y que conviene ocultar, por ejemplo los productos textiles pueden estirarse, doblarse o arrugarse pero habrá que tener en cuenta si la empresa busca dar una imagen desenfadada u otra más formal.
Un abrazo.