Cuando una empresa, institución e incluso un profesional decide dar a conocer su organización, o ampliar su visibilidad, con la clara intención de llegar a un mayor número de clientes potenciales, la primera duda que asalta es cuál será su precio.
Un vídeo corporativo permite transmitir los valores y filosofía de la empresa protagonista, más allá de la idea de vender que posee un spot publicitario. Es una forma, por decirlo de algún modo, de llegar a los corazones de sus clientes, actuales y posibles. Por todo ello debe resultar un video corporativo de calidad, tanto si su destino último es la proyección en un evento como si se pretende subir a la página web de la compañía y difundirlo a través de internet y las redes sociales.
Así, el primer paso será tener una idea clara de qué se quiere mostrar en el vídeo corporativo. Sólo de esta forma será posible pedir un presupuesto pues no existen tarifas establecidas para la creación de un vídeo corporativo, si no que su coste dependerá de múltiples factores como por ejemplo:
- Su duración.
- El número de localizaciones diferentes donde se desea grabar lo que a su vez implicará mayores costes en tiempo y desplazamientos.
- Si se desean o no imágenes aéreas.
- Si será doblado o no a algún otro idioma.
- Si incluye o no subtítulos.
- El fondo musical, ¿un éxito de moda o una composición libre de derechos de autor?
- Las técnicas empleadas y los efectos insertados.
- ¿Se difundirá en televisiones?
Cuando la idea del proyecto está suficientemente formada, es el momento de contactar con productoras audiovisuales, preferiblemente especializadas en la creación y difusión de vídeos corporativos, explicarles todos los detalles de nuestro proyecto, y solicitar varios presupuestos.
Esto será también decisivo en la tarifa de nuestro video corporativo pues, por norma general, una productora que tiene integrados en su organigrama todos los recursos necesarios, materiales y humanos, nos ofrecerá mejores precios que aquella que debe de contratar algunas fases del proceso a terceros.