Cuando vemos un anuncio en televisión de apenas veinte segundos de duración, es fácil pensar que trata de un trabajo sencillo y rápido, sin embargo, la realidad es bien distinta. Tras esos veinte segundos se esconden meses de trabajo desde que se comenzó a esbozar la primera idea hasta que el producto quedó definitivamente listo para su emisión. Decenas de profesionales han brindado su talento, conocimientos y experiencia en una sinergia de esfuerzos perfectamente coordinados que, de otra manera, no habría sido posible.
Así, en el ámbito del marketing y la publicidad, las productoras audiovisuales tienen una importancia de primer orden, tanto que son imprescindibles para la existencia de cualquier anuncio publicitario, ya sea en televisión o en internet.
La producción audiovisual arranca una vez que se tiene clara la idea creativa del anuncio, lo que en este spot se pretende contar. Para ello, antes, el equipo de la agencia se ha reunido con el anunciante, quien le ha contado lo que desea. Este “briefing” ha pasado posteriormente al departamento de cuentas y de ahí, al equipo creativo. La maquinaria ya se ha puesto en marcha y tras la aprobación del presupuesto por parte del cliente, comienza la labor de la productora audiovisual que, en la práctica, suele ser una empresa que actúa de forma independiente y que es subcontratada por la propia agencia de publicidad.
La productora audiovisual cuenta con todos los recursos técnicos y humanos necesarios para crear un spot de publicidad, ya sea como recursos propios, ya sea a través de acuerdos establecidos con terceros. Es la responsable de todo el proceso de desarrollo de la idea creativa que finalizará materializada en un producto audiovisual, el spot.
La productora audiovisual se encargará de conformar el equipo de trabajo y el plan de trabajo, asignar las tareas a cada uno de los profesionales, establecer un calendario de reuniones, grabaciones, etcétera. En definitiva, coordinará todas y cada una de las fases de producción hasta obtener el producto audiovisual que se le ha encomendado.
Dentro de este equipo, algunas de las figuras de mayor importancia son el realizador, encargado de transformar un guion en imágenes, el productor ejecutivo, que aporta el dinero y controla el proyecto, el productor, a la cabeza de la organización técnica y de gestionar el capital aportado por el productor ejecutivo, el jefe de producción, los ayudantes de producción, el director de casting, el director de arte, etcétera.
Todos ellos actuarán de manera coordinada y colaborativa a los largo de las tres grandes fases en que se divide el proceso de producción audiovisual (preproducción, producción y rodaje, y postproducción), hasta que el spot quede definitivamente listo para su emisión tras la aprobación definitiva del cliente.