A pesar de lo sencillo que a primera vista puede resultar la denominación Director de Fotografía, lo cierto es que se trata de un puesto de enorme responsabilidad que, a menudo, engloba tanto tras de sí que es difícil de definir.
A grandes rasgos, podríamos afirmar que el director de fotografía es el máximo responsable de la calidad y la estética de la imagen en una producción audiovisual (película, programa, episodio de una serie de televisión, spot publicitario, etcétera), eso sí, siempre bajo la batuta del director de la misma. Pero esto es a grandes rasgos, porque el director de fotografía debe poner en práctica todos sus conocimientos y habilidades profesionales para lograr el estilo de imagen deseada en una producción, por caprichosa e imposible que ésta pueda parecer. Además, como director que es, también es el responsable de coordinar a un amplio elenco de profesionales, en concreto, bajo su responsabilidad se encuentra todo el equipo de fotografía.
La responsabilidad del director de fotografía es enorme pues de sus decisiones, aunque siempre consensuadas) dependerá el resultado final de la producción, su calidad y su éxito. Así, el director de fotografía es parte esencial de la producción artística. Pero además de artista, también es productor, porque es el encargado de gestionar una importante cantidad de recursos a la vez que marca el ritmo del rodaje, y técnico, porque debe conocer, comprender y dominar el manejo de muchos aparatos que se utilizan en el proceso de producción audiovisual.
El equilibrio entre estas tres facetas (técnico, artista y productor), constituyen una parte importante del éxito del director de fotografía y, por extensión del éxito de la producción audiovisual; sin embargo, habrá momentos en los que pese más una que otra faceta.
Las funciones concretas del director de fotografía en cualquier vídeo promocional, como ya hemos adelantado, son enormemente numerosas y variadas, y su presencia será constante en todas y cada una de las fases del proyecto, desde la etapa de preproducción hasta las fases de postproducción, publicidad e incluso restauración.
Únicamente a título de ejemplo, algunas de esas funciones son:
- El análisis del guion, su estructura, personajes, sucesos…
- El planteamiento de ideas al director hasta consensuar con él una estética general.
- Consensuar también una estética con el diseñador de producción encargado del maquillaje, vestuarios, etc.
- Desarrollar protocolos con el departamento técnico.
- Comprobar todo tipo de aspectos meteorológicos, dirección del sol, mareas, etc.
- Establecer las necesidades presupuestarias.
- Buscar nuevos espacios.
- Diseñar el mapa de luces.
- Asegurar el envío de los materiales necesarios a las distintas localizaciones.
- Rodar tests de fotogenia, de maquillaje, de vestuario, de estilo visual, etc…
- Y mucho, muchísimo más.